Mi escuela secundaria, mi orgullo y a la vez mis tristes recuerdos de adolescente, es el Instituto Politécnico Superior, o simplemente el Poli
Entré en el final de la dictadura militar, 1981, y egresé en el final de la primavera democrática, 1985. No llegué a terminar la carrera técnica, Electro, porque me metí de cabeza en la facultad, Licenciatura en Física, empujada por mi madre que no quería que perdiera el tiempo durante dos años en una carrera terciaria...
En fin, como dije antes lo pasé bien, y no tan bien allí. No tengo casi amigos/as de esa época, salvo Florencia, a quien veo a veces. Sin embargo, fue mi secundaria, así que tengo mi corazoncito allí, y el año que viene son los 100 años, así que se están preparando para festejar, un poco. Por eso, supongo están hermoseando la web, y ya están anunciando los 100 años de la institución educativa. Acá está la imagen que usan en la web:Guauuu qué linda!!! con una foto difuminada de la esquina histórica de Avenida Pellegrini y Ayacucho!!! Ah! y ese es el isologotipo que premiaron cuando yo ingresé, nunca lo comprendí mucho, veo la P, la I, pero la S dónde está? Ahí está la llama votiva del Monumento a la Bandera, dándole característica local, y ... esperen un poco, ¿no son 100 años? ¿por qué hay un 10 solamente...? no... no... NOOOOO!!!! pusieron los 100 años escritos como 10 al cuadrado!!!!!! No pueden ser tan nerds!!!!!!!!!!!! Síiiiii, lo hicieron!!!!!!!
Ese es el famoso espíritu festivo-banana de los queridos "poli"-semitas.... no son re piolas????
Bueno, lo quería compartir con ustedes porque cunado lo vi no lo podía creer, pero a la vez, me devolvió un poco de esa actitud entre arrogante, inteligente, ridícula, y completamente extraña que me conforma.
Sí, todavía tengo el taburete de madera de pino que hicimos en primer año en carpintería, uso las escuadras, las gomas de borrar que usábamos en la la materia de dibujo técnico. Cuando tengo tiempo haga algún tipo de invento con cables, caños, hilos, alambres, telas, y cualquier otro elemento que ande dando vueltas por ahí. También guardo todo tipo de cartones, cartulinas, y maderitas, por las dudas...
Y por supuesto sigo teniendo ridículas ocurrencias que solamente causan gracia a otros/as que tienen entre sus células y sus moléculas átomos de humor biocromático jejejeje
Es bueno tenerlo, realmente. En el Poli aprendí cosas, sufrí mucho, como muchas otras y otros a esa edad, en otras escuelas, tal vez no tan piolas o con fama de "buenos colegios". Cuando vas a sufrir, te toca aunque estés en el mejor colegio, ¿no?
Al Poli le doy mi feliz cumple, ojalá pueda ir a alguna celebración y prometo tomar testimonios. A mi querida y poco 'salidora' Irene-polisemita que llevo dentro le digo que salga un poco más, se refresque y comparta sus ridículas ocurrencias. Y a ustedes les pregunto, ¿cómo les fue en la secundaria?
Espero poder leer acá alguna anécdota graciosa y/o ridícula. Salú!
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