Derecho a seguir viviendo
El 28 de septiembre se acordó declarar como Día por el Derecho al Aborto de las Mujeres de América Latina y del Caribe en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en San Bernardo, Argentina del 18 al 24 de noviembre de 1990. En el Taller sobre Aborto, organizado por la Comisión por el Derecho al Aborto de Argentina y por las Católicas por el Derecho a Decidir de Uruguay y con la participación de feministas procedentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú se acordó declarar este día de lucha, recordando de esta manera la declaración de libertad de vientres para los hijos e hijas de las esclavas, sancionada en 1888 en Brasil.
Esta declaración dio lugar a que se formara en 1993 la Coordinación Regional de la Campaña 28 de septiembre en toda Latinoamérica, que de forma rotativa fue asumida por diferentes organizaciones feministas y de mujeres de Uruguay, México, Brasil, Bolivia, Perú, entre otros. La realidad que se vive en los países de la región es la del aborto clandestino e inseguro, frente a la del aborto legal que favorece a casi un tercio de la población mundial que vive en una gran cantidad de países de Europa, y del resto del mundo.
El aborto clandestino es inseguro porque no se da en condiciones que puedan garantizar una intervención óptima. Se recurre a personal no especializado. Se pone en riesgo la vida de la mujer. Las hemorragias y otras complicaciones del aborto incompleto son una de las causas de la mortalidad materna. Además atenta contra el libre ejercicio de la profesión médica.
En nuestro país vivimos esta realidad, la que se ve muchas veces expresada en forma dramática frente a casos de abortos no punibles, aquellos estipulados por el Código Penal, que ofrecen una gran resistencia a ser practicados por el personal médico de entidades públicas, y que los sectores contrarios a esta práctica aprovechan para judicializar y convertir en un calvario mayor la ya penosa situación de quien está pasando por ese trance, y los familiares que acompañan a la mujer, en muchos casos joven y con alguna discapacidad.
O lo que es peor aún, se crean falsos dilemas éticos, en los que se contrapone una vida sobre la otra (la vida intrauterina del feto, su potencialidad, el futuro, frente a la vida supuestamente ya "desarrollada" de la madre). En esos casos se apela a la figura de la complicidad de un delito (el de matar un feto, una vida) sin tener en cuenta que al desatender las dolencias de la mujer gestante se está siendo cómplice de su muerte. El caso paradigmático lo tuvimos aquí en Santa Fe con el caso de Ana María Acevedo.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que viene realizando diferentes acciones en nuestro país en pos de un cambio fundamentalmente legislativo del tema, logró instalar un debate importante en la sociedad, a través de la recolección de cientos de miles de firmas para apoyar las iniciativas en el Congreso.
La Campaña "Yo aborté" de testimonios en primera persona publicados en el sitio rimaweb.com.ar logró poner las voces y las experiencias de quienes sufrieron un aborto clandestino en nuestro país. Más de setenta testimonios de mujeres y algunos varones acompañantes, de distintos lugares de Argentina, de mujeres de distintas edades, y condición social, tanto del movimiento de mujeres o simplemente movilizadas por el tema hablan de una experiencia traumática, riesgosa.
La reciente creación de la línea telefónica "Aborto, más información menos riesgo" 011 156 664 7070 es otra iniciativa, esta vez de "Lesbianas y feministas por la Descriminalización del aborto", y que toma una idea de Women on waves, la organización holandesa de la médica Rebecca Gomperts. Además de la información que se brinda, la línea telefónica es una fuente de primera mano para conocer hoy por hoy las necesidades, obstáculos y soluciones que buscan y obtienen las mujeres en nuestro país.
Desde la adopción de la "Guía técnica para la atención integral de los abortos no punibles" desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, y que cuenta con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, es el Ministerio de Salud de Santa Fe el primer estado en aprobarla. Desde el Programa Nacional se promueve el uso de técnicas que contemplen los derechos de las mujeres a un tratamiento post aborto sin dolor, y con una atención integral, y apuntando a la información amplia sobre anticoncepción, para prevenir futuros abortos. Una capacitación técnica dedicada fue la que se brindó el 24 de septiembre en la capital provincial en el Tercer Módulo del "Curso anual para la maternidad segura en la provincia de Santa Fe", que llevan adelante el Ministerio de Salud de la Nación, el de la Provincia, y la Dirección Nacional y la Dirección Provincial de Maternidad e Infancia.
Desde las exposiciones de los integrantes del Ministerio de Salud, Nina Zamberlin y Daniel Lipchak, se hizo hincapié en el trato humanizado de las pacientes que recurren a la atención médica hospitalaria post aborto. Pero también quedaron en claro muchas de las viejas prácticas que deben desterrarse de las salas las consultas. Quedó muy en claro también por las estadísticas que maneja el Ministerio de Salud de la Nación que con el uso del misoprostol (aborto medicamentoso) en los últimos años se ha logrado la disminución de la mortalidad de mujeres en gestación.
Algunas de esas viejas prácticas, que hablan mucho sobre la postura de condenar a la mujer que se realizó un aborto al sufrimiento (prácticas sin analgésicos, o sin anestesia, malos tratos varios, etc.) se podrán conocer también en el informe "Con todo al aire 2. Reporte de Derechos Humanos sobre atención en salud reproductiva en hospitales públicos" que presentarán el Instituto de Género Derecho y Desarrollo (Insgenar) y El Comité de América latina y el Caribe para la defensa de los derechos la mujer (Cladem) el próximo 15 de octubre en el CEMAR.
Las muertes "evitables" de mujeres por consecuencia del aborto clandestino e inseguro sigue siendo la principal causa de muerte de mujeres en gestación (mortalidad materna, según las estadísticas sanitarias). Sin contar con las terribles secuelas con las que muchas deben convivir a raíz de las complicaciones que enfrentan. Seguir viviendo con nuestros cuerpos es un derecho de todas, pero sin embargo año tras año, día tras día, es vulnerado. Cada 28 de septiembre lo reclamamos a viva voz por las calles de América Latina.