De vuelta y opinando

Estuve un poco alejada de estos lares, pero fue sólo por cuestiones de trabajo y últimamente por estar compartiendo la compu con mi amada Gabby, ya que la que ella usa está en reparaciones.

Me han quedado algunas cosas por comentar por acá, pero no quería dejar de mencionar la satisfacción que me produjo la resolución positiva que tuvo el problema de Claudia de Mendoza, una chica con serios problemas de salud que fue violada, quedó embarazada, y pese a que la justicia apoyó su pedido de abortar, efectivizado por su madre, tuvo que recorrer salas de Tribunales, hospitales, y hasta oficinas de funcionarios nacionales para que ese derecho avalado por el Código Penal, fuese cumplido por un equipo médico en un servicio público de salud de su provincia. Sin dudas la total desesperación con que su madre, Ana Gazzoli, enfrentó a los medios, los funcionarios y los médicos para que pudieran entender la situación límite por la que estaban atravesando Claudia, su hija, y ella misma, le puso nombre y rostro a una situación que hasta ahora era tratada de forma abstracta y sólo llegaba a la opinión pública entre gritos de uno y otro lado defendiendo cada postura y apuntando a los que piensan completamente al revés. De más está decir que generalmente éramos nosotras las que quedábamos muchas veces retratadas como histéricas. Otro punto que quiero resaltar es que los medios de comunicación masiva dejaron por fin de utilizar la confusa identificación de las organizaciones fundamentalistas religiosas "provida", para darles la identificación clara, y su vinculación con la ICR (Iglesia Católica Romana). Esta semana más que en todos los anteriores casos, se vio que esa frase se podía fácilmente convertir en "promuerte" de la chica embarazada, ya que en el caso de Claudia, continuar ese embarazo hubiese significado poner en peligro su vida, ya demasiado marcada por la discapacidad que sufre, y además, muy probablemente, seguir con el embarazo de un feto con altas probabilidades de tener malformaciones mortales.

Por eso adhiero con todas mis fuerzas a la posición expresada por Gabby De Cicco en su blog hace unos días atrás en el post "La cultura de la muerte promovida por los Fundamentalismos"

También quiero resaltar el papel que la Campaña Nacional por el Derecho al aborto ha tenido en el caso de la joven L.M.R. de la provincia de Buenos Aires, ya que en su caso fue necesario conseguir un médico que realizara la intervención en el ámbito privado ya que los médicos del servicio público de salud de la provincia de Buenos Aires vergonzosamente se rehusaron a practicar el aborto de la joven discapacitada violada por la exposición pública que había tenido, pero en realidad estaban arguyendo que ya llevaba más de 20 semanas, y que eso significaba que el feto podía ser viable. En una nota de Mariana Carbajal de hoy de Página 12, Stella Díaz denuncia que la madre de L.M.R., Vicenta y su hermana creen firmemente que fueron engañadas para no realizar la intervención que también estaba avalada por la justicia.

Por eso sigo cantando a coro:

Educación sexual para decidir
Anticonceptivos para no abortar
Aborto legal para no morir